Quiero comenzar por dejar claro que no soy un santurrón tampoco un estafador, menos aun embaucador. Soy un franciscano seglar que ora y que recibió de parte de Jesús las palabras que se irán publicando aquí. Esto está siendo estudiado por la Iglesia pero en virtud de la derogación de los cánones 1399 y 2318 del Código de Derecho Canónico y de la vigencia del Decreto del Papa Urbano VIII, entiendo que solo al Magisterio de la Iglesia le corresponde determinar su autenticidad y el carácter sobrenatural de las mismos, a cuya decisión final en Santa Obediencia me someto. No obstante, no habiendo al momento prohibición para su divulgación, y sintiendo la imperiosa necesidad de hacerlo, muy en contra de mi propia voluntad pues conozco lo que esto acarreará para mi, he tomado la desición de hacerlo público.
Hago la salvedad de que algunos nombres serán omitidos para salvaguardar la privacidad de las personas que de algún modo están o puedan estar involucradas con estas Locusiones. También hago incapié en que lo contenido en estas Locusiones no supone Doctrina, nadie, yo incluido, está obligado a creerlas. Esto es considerado Revelación Privada y en nada puede restar a la Revelación Pública contenida en las Escrituras y en la Santa Tradición.
Teniendo esto claro, iré poco a poco divulgando las Palabras que el mismo Jesús me ha dictado, las conversaciones que con Él he tenido y otros aspectos relacionados a estas Locusiones que entienda necesarios hacer públicos.
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