lunes, 5 de marzo de 2012

Rectificar

El 30 de octubre de 2007 Jesús me habló sobre una renoviación en el espíritu que llamó rectificar, veamos.



Señor con mucho nerviosismo estoy frente a la computadora, pues me pides rectificar por medio de una hija tuya. Ahora me pides que escriba y titule esta locución “Rectificar”. ¿Qué debo rectificar?

+ Cruz siempre es meritorio rectificar las cosas, los eventos, las palabras. Recuerda lo que meditabas en la mañana, la mejor palabra, la mas sabia de todas es aquella que se guarda en el corazón no la que se expresa. Ya te lo había dicho en la anterior locución, es el corazón el que entiende la Verdad. Con las palabras se desvirtúa el mensaje. Pasó así con mi pequeña de la Luz. (Me detengo a pensar, ¿a qué se refiere Jesús con esto) ¿Te detienes porque no sabes de quien hablo? Si lo sabes Cruz, lo sabes. Cuando en su corazón como en el tuyo y el de todo hijo de Dios se cuecen las dudas de este mundo, les es difícil discernir mis palabras, piensan que deben rectificar lo dicho como si lo dicho partiera de ustedes. Cierto es que te pedí rectificación mi bien, pero no de lo que Yo digo sino de lo que tú interpretas. La lucha en tu interior te edifica conforme estés en constante oración y discernimiento. Ya te había dicho que tu intelecto interfiere con las locuciones, como les pasa a todos los que reciben mis palabras. Esa interferencia son voces extrañas en tu corazón que no son Mías ni de mi Madre. ¿De dónde crees que vienen? Si, bien dices, vienen del enemigo de las almas. Entonces es por ello que esto que te digo debe ser discernido y también es cierto lo que te ha expresado mi representante, quien lea lo que escribes, tiene que verse a sí mismo. Ya te lo había dicho antes.

Entonces, ese mensaje si era en su totalidad cierto, quiero decir…(Jesús interrumpe)

+Cruz cuando digo, entienda el que pueda hago notar que debe discernir el mensaje quien lee el mensaje como si lo dijera para él. Lo mismo pasó con ese mensaje que envié para ti por medio de mi hija, si bien es cierto que iba dirigido a ti, es su deber discernirlo para ella. Siempre será así, siempre. No la utilicé solo porque si, siempre que uso un instrumento lo uso para edificar y edificarse. No debe ninguno de los que lea anteponer su discernimiento a la Revelación ya expresada, también lo he dicho en otras ocasiones. Nada nuevo diré, ni a ti ni a ninguna otra columna, todos llevan en sí la Revelación, todos llevan en sí, la buena nueva, nada distinto a eso debe interpretarse de mis palabras a ustedes. Recuerdo haberte dicho hace unos años de tu tiempo, por medio de un representante Mío, que el discernimiento es como sacar la pulpa de la fruta y desechar la piel y las semillas. La piel será abono y la semilla se transformará en nueva planta, pero la pulpa será alimento corporal. Ahí está lo importante; en la pulpa.
Sobre el Cristo ya me he expresado Cruz, tú eres el Cristo, el elegido. Nada en este mundo, ni siquiera el rechazo de las columnas cambiará eso, y ya verás que en nada se vislumbrará un protoevangelio de mis Palabras sobre este asunto.

¿Rechazo de las columnas, Señor? Creí que me habías dicho que el rechazo no vendría de ellas.

+El rechazo será del mundo, pero las columnas tienen grandes dudas sobre ti. Unas dudan mucho, otras solo un poco, pero es natural que eso pase. Pues a todos los santos les ha pasado, hasta a sus compañeros de oración les costaba entenderles y no digamos creerles. Pero todo pasará, Cruz, todo pasará, y llegado el momento creerán en ti, no por ti sino por Mí. El mundo se transformará gracias a ti, pero es por Mí que pasará. De hecho ya el mundo es distinto. Tú siendo portador del mensaje y precursor serás venerado. Ya se que piensas que en estas palabras se puede estar colando el enemigo. No obstante, mira las pruebas, míralas.

No veo nada mi Señor, no se de qué hablas.

+Cruz, si leyeras lo que he dictado desde que comenzamos a hablar de este modo verías las pruebas. ¿No se han cumplido mis palabras todas en ti? Las que no, están en proceso de cumplirse ya verás. Debes quedar solo en Mí. Y eso ya está pasando, llegará el momento que los demás también tengan sus razones para no recibirte, llegará el momento que yo te prohíba recibirles. Sea por mi dicción o sea por obediencia a Mi Iglesia. Ellos también deben quedar solos en Mí. La Comunión de los santos es en espíritu y es en espíritu que mi voz es audible en el silencio. Entienda el que pueda.
Rectificar pues es discernir mis palabras desde el espíritu y decir solo lo esencial. Si Cruz tú, guardas mucho en tu corazón, lo sé pero no lo saben los que me escuchan cuando te leen y te había advertido que era necesario que así sucediera para propiciar el rechazo. No es mi deseo que te ensalcen los hombres sino que te ensalce tu humildad. Ya llegará el momento que los que te quieran ensalzar puedan ver en ti al Hijo sin necesidad de adoración vedada sino con entera certeza de que fuiste enviado por mi Padre a ser un Apóstol Mío en el Sufrimiento. Y todo esto que vives, estas dudas y pesares son parte de ese sufrimiento mí bien. Pero, edificada tu alma, nadie dudará. Así ha de ser.

Señor Jesús, me atrevo a preguntar sobre mi pobreza no la espiritual sino la física.

+Ambas Cruz se presentan en la materia. La pobreza espiritual está desbordante en ti. Y eso es bueno ¿no es así? Bienaventurados los pobres de espíritu dije una vez. Esa pobreza atañe a la entera sumisión y tú eres sumiso al extremo. La pobreza que se supone de la estrechez fue prometida por ti, ¿la rechazas ahora? Por tus hijos no debes preocuparte nada les faltará y su pobreza las dará unas riquezas que no alcanza el dinero. Todo pasará Cruz, todo pasará y recordarás esto al pasar el tiempo y releer, dirás; “Cierto era mi Señor, cierto era”. Tu mujer, tu amada esposa se preocupa más por ti que por lo demás, ella confía a pesar que pareciera desecha, sabe que esto pasará y que vendrán mejores tiempos. Ella no desea riquezas, ella quiere felicidad. Pues mira mi bien que la felicidad está en Mí. Por lo demás no te preocupes, ya yo he vestido tu humanidad. Deja que todo pase como tiene que pasar, tú solo espera y sirve. Ahora lo ves de forma desesperante, pero si así no fuera no habría méritos en tu sufrir. Tú aléjate de los hombres y sumérgete en Mí. El mundo no puede ofrecerte lo que Yo te doy, y lo que aun espera por ti. Calma; ora, ten fe y no te preocupes.
Rectificar es renovar, es edificar, es innovar, es hacer nuevo. Rectifica pues mi bien rectifica. Queda en mi paz.

Amén.

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