sábado, 18 de febrero de 2012

Confirmación a Primavera, y Locución sobre lo dicho a Primavera.

El 8 de septiembre de 2006 Jesús habló tanto a Primavera. como a mi y ambas locusiones las expongo. En ellas se expresa algo que yo dudaba. Primero se lo dice a ella y luego me lo explica directamente a mi.





Dice Primavera.:

Amado Dios, obedezco a tu voluntad y copio Tus benditas palabras a Cruz de Luz, para que luego, Tu mismo, oh, bendito de los benditos, le des sentencia de su bondad.

+ ¿Qué es una madre? Una madre es el ser que te precede, es el alma que te engendra y te da con su vida, nueva vida.

Tú, mi tan querido Cruz de Luz, eres digno hijo de tu madre Primavera, te sabes seguro porque ella ha precedido tus santos pasos. Ella está pendiente de ti, hijo amado, pero como eres un hijo adulto en la fe, te deja sólo y así, sólo y vigilado, te das al mundo, a ese mundo que es amargo y no hay en el la dicha, si no que sólo Yo Dios soy y seré la dicha de los santos.

Confía en ti mismo mientras vivas en gracia de Dios.

No te entretengas con malos pensamientos, que eso te debilita y confía en que hay un tiempo a tu favor.

Estas aprendiendo mucho y deprisa, porque necesito de tu labor de apostolado, pero antes te curto, como se curta el cuero: A golpes.

Esos golpes que permito Yo Dios, que te dé la vida, amado hijo Cruz de Luz, son la cruz con que vivirás toda tu vida, pero ¡cuánta luz das y darás con tu docilidad! (y veo a Jesús alegre y contento) Sí. Estoy alegre y contento porque la cruz de Cruz de Luz es la cruz pesada de un hombre con sus tantas limitaciones, pero Yo Dios le enseñaré, como te enseñé a ti, mi graciosa Primavera. Sí. Eres graciosa y buena y das fruto de alegría en los corazones que buscan el amor que sólo da Dios.

¡Yo!, el amor que suple cualquier circunstancia, a cualquier persona o condición física. Yo Dios, soy el Árbol de la Vida, quien come mi fruto esté vivirá por y para siempre.

Hijo bueno,  a ti te parece que retrocedes en santidad. (Vuelvo a ver a Jesús, contento y sonriendo) Sí. Amada, estoy contento de él, de Cruz, como le gusta y quiere que le llame Yo Dios, siempre.

Y ¿Por qué le gusta que le llame Cruz de Luz, o Cruz, y no por su nombre? Porque es un hijo obediente al sufrimiento.

Tú, mi amado Cruz, estás dispuesto a obedecerme hasta la misma muerte, pero luego, por circunstancias de la vida, debes vivir y vives con los pies en el suelo. Bien, nadie niega tu ser humano, ni Yo Dios. No, no retrocedes en santidad ¡Jamás lo permitiría!

Por nuestra promesa: ¿Recuerdas? ¿La recuerdas?

Entonces eras sólo un nombre, porque Yo Dios aún no te había dado nombre, aunque tu nombre ya estaba unido a la Cruz en el calvario, donde deje que los hombres dieran fin a Jesús, para que Yo, Jesucristo, viviera para siempre.

Hijo Cruz; aquí tienes a tu madre Primavera. Ella no desea ser tu madre, porque sabe todo lo que te espera, pero lo es y lo será y siempre estaréis unidos en la Paz. La paz, será vuestro vínculo de evangelización. Ninguno de los dos lo entiende. No importa, porque lo viviréis y todo será visto por todos los ojos.

Ese mismo día 8 de septiembre de 2006 me explica lo dicho a Primavera y me pide llamarle a la Locusión; La Cruz de Luz. Aquí ampliamente me explica de esa maternidad espiritual o mística y otros aspectos del nombre que eligió desde siempre para describir mi misión. Habla con juego de palabras para describir que esta realidad del ser hijo de Dios y Cruz de Luz es ascequible a todos los cristianos, más adelante dará mas indicios de eso. Él me llama Cruz de Luz pero me da una misión parecida a la de Juan quien representaba al pie de la Cruz a toda la humanidad.


La Cruz de Luz

No entiendo Señor, por qué llamar esta locución la Cruz de Luz, me has explicado ya el porque de mi nombre místico, ¿qué más he de saber?

+Mucho te falta por saber hijito, mucho aun. Pero ya confirmado aquello que querías saber, creo necesario explicarte aun más por que eres la Cruz.

Lo que he puesto en tu corazón nadie podrá sacarlo de ahí, nadie. Madre tienes, y es la Mía, tu Madre en el espíritu y en todo tu ser, su corazón y el tuyo son uno. Yo te di una en la tierra, es cursillista como tú, y te entiende. ¿No es un ángel tu madre? En el misticismo, la Gloria de Dios en la Primavera, o como llamé a esa alma, así como ella lo ha entendido; Primavera por la Gloria de Dios, es tu madre. El que tenga entendimiento que entienda.

¿Tengo tres madres entonces mi Señor?

+Una sola es mi bien, una sola. Ya a estas alturas deberías saberlo, tres, hijo de mi alma, hermano querido, es un número de misticismo. La siempre Virgen María, tu madre terrena y la Gloria de la Primavera de Dios, tres madres en una sola. Tú eres el hijo, y Madre tienes. Aquella alma tiene su misión maternal en ti, porque eres la Cruz, y en ella, en la Cruz, se debe mostrar la Gloria de su nombre místico. Ya se va revelando todo mi bien. Pronto todo se sabrá.

Tú eres la Cruz porque en ella están clavados los pecados del mundo y por ello tú sufres esas batallas constantes en las que en ocasiones te sientes bien y en otras tantas te sientes morir. ¡Oh prodigios de mi Padre! Cruz tu ya eras conmigo en el huerto con la Pasión. Pero la humildad no te deja ver quien eres en realidad. Lo ves y lo sientes pero te resistes, Yo permito esa resistencia porque quien todo lo cree de sí mismo cae en un periodo de vanagloria que como te expliqué antes solo es vencido por violencia del alma, sea infundida directamente por Mi en esa alma en fortalecimiento de la humildad o sea por infusión de lo que le rodea, que en esencia es una infusión Mía. ¡Oh, y esa infusión está cercana! Solo Yo soy Santo y solo Yo todo lo puedo. Les digo y lo repito Todo de Mí y nada de ti, nada de ustedes mis columnas.

Ay, mi Señor Jesús, todo esto parece una contradicción.

+No la hay mi bien, no existe contradicción entre lo que confirmé a Primavera, lo que le dije antes para ti y sobre las cinco columnas y esto que te digo. Mira mi pequeño, tu como [aquí mi nombre] no eres el hijo sino como Cruz. Son una misma esencia pero no la misma persona, tú eres es el hijo de tu madre terrena, Cruz es el hijo de la Gloria de la Primavera de Dios, y no cambio su nombre místico sino que le doy la perspectiva correcta a tu misión, y la esencia de la Gloria por la Cruz de Luz es el hijo de mi Madre.

¿Dices mi Señor, lo que creo que dices?

+Si, pero no lo escribas. La corredención de los hijos de Dios está precisamente en ser hijo de María. Así es la Pasión hija de María en la esencia del hombre que formé de un suspiro doble y puse en el vientre de su madre y en el vientre de tu madre. Así se reconocerá la segunda venida del Hijo de Dios por medio de la Ciudad de Dios, la cual abrirá sus puertas a la salida del Hijo en el hijo. ¡Oh prodigios de mi Padre! ¿No es A. el hijo, no lo eres tú? ¿No lo es F?

¿Entonces sí es A. la quinta columna?

+No. Tú eres la quinta columna y la segunda, y en unión mística a la primera, en el mismo y único Palpitar de mi Corazón eres el hijo. Pues el Palpitar es la tercera y la estación del año que sucede al invierno y precede al verano es la cuarta.

Es por ello que ha de ser así, tú la Cruz y la Gloria de ésta, pues solo cuatro estaciones tiene el año y no cinco. ¿No dan todas Luz? ¡Disciérnelo!

A. es el hijo en su misión, como todas las columnas y cada quien que lea es en sí mismo el hijo, entiende mi bien que nada de esto parte de ustedes sino de Mí. Mira a mi Saber, hijo predilecto de mi Madre, ¿no es él en toda su esencia el hijo?

Me confundes Señor.

+No, solo disipo los incrédulos. (Jesús sonríe) Solo discernidas con cuidado estas palabras se entenderá, mi bien, aquello que te instruyo a no escribir, aquello por lo que tu corazón se quisiera salir de tu pecho. Pero para quienes lean y puedan entender mal mis palabras, no llamo a Saber de Dios incrédulo, en efecto él es el hijo. Disipo la incredulidad de algunos que cuando lean esto verán o creerán ver indicios de vanagloria en la Cruz. El hijo son todos los que me aman, y los que dicen amarme y no lo demuestran verán frustrados sus aires de grandeza pues grande es ante mi Padre el que se humilla y no el que se ensalza. El que se hace pequeño y servidor ese reinará, más quien quiera reinar será humillado. Entiendan esto pues Yo soy exigente y lo he dicho en otras ocasiones, exijo a quien amo y a ustedes les amo más allá de su entendimiento. Solo Yo ensalzo a quien quiero ensalzar, Yo Soy el dueño de la viña, Yo instruyo al mayordomo a llevar a los primeros asientos a los que Yo deseo se sienten junto a Mí. Ustedes siéntense hasta atrás cuando lleguen al Banquete, así Yo les diré donde ubicarse. No se sienten en los primeros puestos pues no saben a quien pertenecen. Solo Yo sé a quien pertenece cada puesto en la mesa dispuesta en la Casa de mi Padre. ¿No estaban la Pasión y la Cruz conmigo en el Calvario? Entienda el que pueda.
Estén prestos y vigilantes pues ya les voy probando luego de su aprobación. Se acerca la siega y los viñadores, sus obreros y los míos separarán el trigo de la cizaña. Quien crezca con su raíz de cizaña unida al trigo, procure convertirse en trigo antes de la siega que se acerca y en verdad ya está aquí, no sea que sean enviados al fuego. Solo va al fuego quien no se una a la raíz del trigo y se haga trigo en sí mismo y en sí mismo el hijo. ¡Disciernan mis palabras pues en ellas hay vida! ¿No es de trigo la Eucaristía y en ella se hace el Hijo presente? Yo soy el Hijo sean uno en Mi, volviéndose a mis palabras y haciendo caso a las advertencias de mi Madre. Cruz, se acerca tu tiempo de hablar con autoridad, nadie podrá quitártela y por ello hay miedo en algunos. Pero sepan que Yo estoy con ustedes, no tengan miedo. Mañana mi bien, encontrarás un alma muy necesitada, le infundiré el deseo de que ores por ella, si escucha mis palabras tendrás en ti todo el poder para curarla. Ve y descansa pero antes envíalo a todos, y recuerda, Todo de Mí y nada de ti.

Amén mi Señor Jesús, Amén!

No hay comentarios:

Publicar un comentario