martes, 14 de febrero de 2012

La Eucaristía

Esta Locusión es una hermosa Catequesis dicatada por Cristo mismo el día1 de agosto de 2006. En ella me habla de la Encarnación y la Eucaristía como un mismo acontecimiento que solo se comprende desde la fe.




Señor Jesús, sigo sin poder hablar con el P. Miguel y las locuciones se acumulan.

+Si, pero no hay problema, ya podrás llevárselas a su tiempo. El se está preparando bien para todo esto, no te preocupes.
Por otro lado siento que es necesario que te explique algunas cosas que al parecer no has captado. Cuando hablo de la fe específicamente como motor de la Iglesia. Has pensado que debería decir la Eucaristía, pero te equivocas, es la fe. No entraré en las divergencias de si debe ser fe sin obras o fe con obras, eso ya lo sabes. Las obras están implícitas en la fe y la fe es inherente a las obras. Hablo de la fe en la Eucaristía precisamente. La fe de la Iglesia que la mueve, es fe en Mí y en mis enseñanzas y Yo me hago presente en la Eucaristía, quien no crea en esta verdad no puede creer en Mí. Nadie vendrá a Mi sino por medio de la fe, nadie más que mi Madre creyó en Mi desde la Eternidad, desde los comienzos, desde que fue pensada, desde que Gabriel le habló, Ella tuvo fe, su Fiat me trajo al mundo como el Pan bajado del Cielo, nací en la Ciudad del Pan (Bethlem) y Ella se hizo Arca de la Nueva Alianza. No es casualidad que hayas tú nacido en la Nueva Arca (Newark, New Jersey), para ser de nuevo mi Cruz y el hijo.

¡No sé que decir!

+Nada digas, solo escucha. La esencia de mi ser se hace presente en el pan eucarístico del mismo modo que me hice presente en el vientre de mi Madre, es un mismo y único milagro que une ambos acontecimientos; mi advenimiento al mundo y mi partida de él. Cuando mis representantes consagran las especies, éstas dejen de ser pan y vino y se hacen Cuerpo y Sangre. Mi cuerpo y sangre, tal como me hice cuerpo y sangre en el Útero de mi Madre. Todo por medio del Espíritu Santo por ello es que les digo en lo que mi amado Juan escribió que son palabras de vida, palabras del espíritu. No porque sea un simbolismo, sino porque es una verdad espiritual. Es el Espíritu el soplo de la vida y ésta se sostiene tanto en Mi como en mi Padre, unida a ambos en su propia personalidad; el Espíritu Santo. Es Él quien siendo Yo mismo hace la transubstanciación de la esencia del Pan y del Vino en mi Cuerpo y Sangre. Exactamente igual que como hizo en Mi Madre, María cuando fui en Ella encarnado. Cuando me inmolo en la Eucaristía por medio de la consumación, hago y se hace lo mismo exactamente igual que en el Calvario iniciado en la Última Cena. Consumido el Cordero, éste consume en sí mismo todo pecado y todo ser creado es en sí mismo cargado y consumido. Consumida la muerte esta no será más. Cuando me consumes en la Eucaristía soy Yo quien te consume, cuando te unes a mi en la Eucaristía no me comes a mi sino que Yo te como a ti consumiendo espiritualmente todo tu ser para que por tu fe sea Yo quien viva en ti. Aquel que no tiene fe en la Eucaristía solo me tendrá en su boca como lo que el viento se lleva. El corazón rebosa de amor por mi cuando soy consumido no solo de palabras sino de espíritu. No puede consumirme de espíritu quien no tiene fe en la Eucaristía. Es la Eucaristía el signo visible de mi esencia, como es el agua el signo visible del Bautismo, ¿Qué difícil se les hace a algunos creer esto? ¿No lo dije a Nicodemo en las mismas palabras de vida? Nadie puede ser del Reino sino nace de nuevo desde el Espíritu. Con el Bautismo nacen del Espíritu y con la Eucaristía el Espíritu les consume. ¿Qué no está claro?

Clarísimo mi Señor, que bellas palabras y que grandiosa enseñanza.

+No obstante Cruz, luego de la Señal y el posterior Cambio no habrá necesidad de fe, porque Yo estaré entre ustedes. Lamentablemente habrán algunos que no lo sientan así y a ellos les será mostrada la fe desde otra perspectiva que ya le mostraré a mi Vicario. Así ha de ser, aunque te sorprendas y pienses que puedes estar equivocando mis palabras. No las equivocas Cruz, ya lo he dicho antes, la fe no será más cuando el Bien Deseado esté entre ustedes. Por lo mismo dije a los fariseos que mis amigos no ayunaban mientras el novio estaba entre ellos, y que lo harían cuando les fuera quitado. Ese ayuno y sacrificio es llevado en la Eucaristía como único sacrificio, pero estén felices porque el novio regresa, y regreso para separar a mis amigos de los que no lo son.

Hablas del Juicio ¿verdad?

+Bien dices Cruz, bien dices. Por cierto debo aclarar otro punto para tu mejor entendimiento y de los que han de leer esto. El Aviso o la Señal no se han dado en ninguna persona salvo a quienes he querido mostrar, como a ti, algunos aspectos de este acontecimiento. Quienes como tú hayan visto parte de esto, del mismo modo lo verán en su completa dimensión cuando venga y estén preparados porque ya está aquí el momento.

Señor, ¿estamos preparados para esto?

+En verdad te digo Cruz que no lo están, pero si lo están mis columnas pues a todas le he avisado con antelación. Pero la humanidad entera no está preparada y se que aunque pasaran mil Garabandal o un millón de Medjugorje o cientos de Fátima o trescientos Lourdes, no lo estarán porque les falta la fe en la Eucaristía. Si no pueden creer que me haga presente en la Eucaristía, menos creerán estas cosas. No obstante, el tiempo se agotó. Ya no hay tiempo, mira a tu alrededor y ve lo que pasa, ¿no esperaremos otra gran guerra verdad?

¿No habrá otra Guerra Mundial?

+La Señal lo evitará. Cada uno repasará su vida con horror y espanto y al despertar de ese letargo no podrán ver la vida igual, depende de ustedes las columnas que luego del Aviso no se suscite el Castigo. Entonces vendré a separar a unos de otros. Pues muchos no creerán a pesar de la Señal.

Señor, has dicho que la Luz de tus ojos te verá primero, pensamos que la unción recibida fue ese momento profetizado. ¿Es así?

+No, fue solo un preludio, una prefiguración. Ella me verá, te lo aseguro. Luego cada uno de ustedes comenzando por ti, que eres Mi Cruz y el reflejo mío. Los del mundo me verán por medio tuyo y luego me verán a Mí.

La...(Pensaba preguntar sobre una persona y Jesús interrumpe)

+Todo a su tiempo Cruz, ya lo sabrás pero no por ahora. Es todo por hoy Cruz. Ya te hablaré de nuevo. Sigue en Paz.

Amén. Gracias mi Señor.

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