La caída del Dragón

El 23 de octubre de 2006, Jesús me dijo cosas relacionadas a la Bestia, llamada por Él, el Dragón y también profetizó la muerte de mi Confesor, que al momento yo no entendí.

Señor Jesús, estando en meditación y cuando no, aun así me hablas de tantas cosas y no puedo organizarme. Muchas mi Señor Jesús, no las entiendo por más que lo intento, y luego de 20 días de mensajes solo me pides escribir hoy. ¿He de escribir todo lo que me has dicho?

+Hijito de mi alma, hermanito Cruz de Luz. Solo debes escribir lo que te dictaré ahora, lo que te he dicho en estos veinte días es solo para tu crecimiento espiritual y ha salido de tu boca para edificar a otros en forma de sabiduría. Ya te había advertido que sería así y que muchos me verían a Mí viéndote a ti. Otros me escuchan por medio de tu voz, o leen mis palabras en tus escritos. Vacío de ti querías estar y lleno de Mí, solo tú lo logras así. Yo siempre he tenido el deseo de llenarte de mi presencia. Pero en la medida de tu fe y tu apertura hacia Mí, en esa medida voy llenando de Mí tu ser.

Te preocupa que aparentemente falta un pecado capital en el escrito anterior, y no es así. La Envidia, la mencioné sin mencionarla cuando hablé del pecado de Luzbel.

Ahora mi niño, lo que es necesario que sepan los demás por medio tuyo es esto. Los rumores de guerra se comienzan a establecer en los países de oriente, y sí, ya hay guerra en muchos países orientales, pero se rumora una gran guerra y los adivinos y hechiceros modernos se llenan los bolsillos profetizando sobre eso. Ya te había dicho que no habrá una gran guerra, los países que en su afán de mostrar poderío militar encausan una militancia de terror, quedarán en el gran desasosiego de la miseria propia cuando mi Madre muestre el Poder del Altísimo que se la ha concedido por mis méritos. No hay dragón que pueda contra Ella, recuerda que será Ella quien le pise la cabeza a la serpiente. La Señal fue profetizada por María Santísima, Madre Mía y tuya y será Ella quien la de a revelar al mundo. El mundo cambiará y esa es mi promesa, el dragón lo intentará evitar y con la fuerza de su incredulidad y ateísmo, que es la fuerza de aquel que peco de envidia, se levantará con una falsa gloria como la potencia esperada. ¡Oh prodigios de mi Padre! Si alto se levanta tanto más fuerte será la caída. Y pobres de aquellos que se prostituyan con él, pobres los que le hagan el juego y pobres los que sin saberlo se enredan en su poderío. El dragón se levanta Cruz, y nada se puede hacer más que verle levantarse pero será por palabras de fuerza de espada provenientes de tu boca que el dragón quedará herido de muerte. La Señal será su derrota y luego tú serás visto como el Cristo, siendo que no lo eres tú atestiguaras mi Segunda Venida. El tiempo está aquí hijo de mi alma.

Señor, hace unos días y en todos estos antes de hoy me has estado diciendo que soy el Cristo, ahora me dices que no lo soy ¿Cómo puedo entender eso?

+Cruz ya te dije que todo el que es elegido y ungido por mi Padre es el Cristo, cuando te hablo de que no lo eres no infiero que no seas el elegido, claro que lo eres. Pero como bien sabes no eres el Hijo sino el hijo en el Hijo. Por ello últimamente te llamo hijo y no hermano, pues eres ambas cosas hijo del Hijo no genético sino de un suspiro en dos tiempos y hermano por el Bautismo. Te hablo a ti y al mismo tiempo a Pasión. Son uno y ambos lo mismo. Cuando él lo lea sabrá qué es lo que he venido diciéndole a él como a ti en estos veinte días. Todo lo que te dije y no has escrito, y no escribirás sino que lo declararás en su tiempo, él también lo ha escuchado. Como a Pablo les hablo y como Pablo lo denunciarán en la unión ya predestinada de ustedes. Tal como Francisco, tal como Juan, tal como Faustina, tal como Judas Tadeo, tal como Fernando, así denunciarán y amaran en la Gloria por la Cruz de Luz.

Señor Jesús, ¿puedo aclarar quienes son ellos?

+El que tenga entendimiento que entienda. Solo les diré, y luego cuando las preguntas vengan, tu aclararás que todos están aquí conmigo.

Así será, mi Señor Jesús. Te noto, a pesar de tu firmeza, muy contento.

+Lo estoy Cruz, estoy contento de poder ver la manifestación de mi Padre por medio de las columnas. Tanta santidad que hay en el mundo, y el mundo no la aprecia. Pero la Señal cambiará eso. Claro que también se manifiesta la Gloria del Altísimo, el Dios Uno y Trino en cada Sacramento dado a mi pueblo por mis representantes y vicarios. También veo con agrado las intervenciones de mi Vicario en el mundo de hoy. Pero lo que me desagrada es la tibieza de todos los que sin levantarse el dragón ya manifiestan a la Iglesia por culpa de él. No obstante, mi regocijo obedece a saber que el tiempo del dragón ha terminado sin que realmente comience. Ya había sido vencido y esa victoria reflejada en el hoy, se ha perpetuado desde la eternidad. Su destierro es el mismo que evitará su levantamiento, pero sí se levanta y será vencido. Así ha de ser.

Señor Jesús, ¿por qué tantos simbolismos?

+Porque si para muchos aun esto es tenebroso imagina que pasaría si te lo dejo escribir como te lo he venido explicando a ti. Tú lo resistes por tu entrega amorosa y pacto de amor hacia Mí, ello te da una gracia santificante que te protege del miedo. La fe. Aun así lo sufres en la carne. Debe estar así pero la Señal lo clarificará.

Ahora ¿dime que te preocupa de tu confesor? El estará bien y se hace cada día más santo.

¿Pero a quien le doy estas locuciones ahora? Ya no estará en la Parroquia ni será mi confesor.

+No te preocupes, ya sabrás cuando lo hables con él. Tendrás tiempo de hablarle antes de que sea movido, pero te adelanto que lo que piensas de él es cierto. Su gran espiritualidad le ha ganado el título de vicario. Ya pronto verás esa posibilidad hacerse realidad. (Yo entendía con esto que mi confesor sería nombrado Obispo, pero realmente Jesús me profetizaba su muerte)

Eso me alegra mucho Señor. Gracias.

+¿Por qué me lo agradeces? Lo consiguió su fe hacia Mí, no fue un regalo por que sí, sino que su libertad de amarme como me ama ha sido vista por quienes tienen a su haber hacer tal distinción. Ve en paz, te esperan.

Amén!!